En la década de 1960, el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo (CMB) por parte de Arno Penzias y Robert Wilson proporcionó pruebas convincentes para la teoría del «Big Bang», propuesta un siglo antes por el padre Georges Lemaître, físico y sacerdote de la arquidiócesis de Malinas, en Bélgica. La sonda Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) de la NASA, lanzada en 2001, permitió trazar un mapa detallado de esa radiación residual del Big Bang. Recientemente, el investigador asociado del Observatorio Vaticano, el padre Adam D. Hincks S.I., y sus colaboradores, han «extraído» datos de un telescopio muy interesante para precisar mejor las características del Big Bang.
Para ello se valieron del Atacama Cosmology Telescope (ACT), un telescopio de seis metros de diámetro ubicado a la vertiginosa altitud de 5.200 metros en el monte Cerro Toco, en el desierto de Atacama, en el norte de Chile. Es importante precisar un detalle: el ACT, diseñado para realizar mediciones de alta resolución de la CMB, que los astrónomos estudian para conocer el universo primitivo, ya no existe, pues fue desmantelado en 2022 para dar paso a nuevos telescopios. Sin embargo, Hincks y sus colaboradores han utilizado los datos archivados del ACT de manera tan fructífera que, en 2024, produjeron más de una docena de artículos relacionados con el ACT y preprints en ArXiv. Entre ellos:
- «The Atacama Cosmology Telescope: A Measurement of the DR6 CMB Lensing Power Spectrum and Its Implications for Structure Growth» y «The Atacama Cosmology Telescope: DR6 Gravitational Lensing Map and Cosmological Parameters», ambos publicados en The Astrophysical Journal en febrero del año pasado. Estos artículos presentaron nuevas mediciones, relativas a una amplia porción del cielo, de distorsiones de la CMB (lensing) causadas por la gravedad de objetos con masa. Sus resultados proporcionan una confirmación independiente de que el universo es espacialmente plano, se ajusta a la relatividad general y se describe muy bien mediante el modelo Lambda-CDM: un modelo matemático de la teoría del Big Bang que incluye una constante cosmológica, Lambda (Λ), asociada con la energía oscura; la «materia oscura» fría; y la materia ordinaria. Además, abren un camino prometedor para la física de los neutrinos a través del lensing, que podrá ser utilizado en futuras investigaciones sobre la CMB realizadas desde la Tierra.
- «Atacama Cosmology Telescope: The persistence of neutrino self-interaction in cosmological measurements», publicado en Physical Review D también en febrero de 2024. En este artículo, los autores utilizaron los datos del ACT para investigar la posible autointeracción de los neutrinos en la CMB.
- «Atacama Cosmology Telescope: High-resolution component-separated maps across one third of the sky», publicado en Physical Review D en marzo de 2024. Los mapas mencionados en el título están relacionados con la CMB.
- «The Atacama Cosmology Telescope: Flux upper limits from a targeted search for extragalactic transients», publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society en abril de 2024. Este artículo deja de lado el estudio del Big Bang y utiliza los datos del ACT para analizar fenómenos transitorios, como las explosiones de rayos gamma en fuentes distantes.
El padre Hincks y sus colaboradores también han utilizado los datos del ACT para centrarse en algo más cercano a casa. El estudio científico «The Atacama Cosmology Telescope: Millimeter Observations of a Population of Asteroids or: ACTeroids» apareció en The Astrophysical Journal en abril de 2024. En este caso, los investigadores se enfocaron en los asteroides, pequeños cuerpos dentro de nuestro sistema solar que orbitan principalmente entre Marte y Júpiter, detectados por el ACT entre 2017 y 2021. Hasta ahora, los avances en algunas cuestiones relacionadas con los asteroides, escriben los autores, «se han visto obstaculizados por la falta de estudios sistemáticos» de ciertos tipos. «En el campo han predominado durante mucho tiempo las observaciones dirigidas de asteroides, que requieren considerables recursos de observación […]. Los experimentos sobre la radiación cósmica de fondo (CMB), que examinan grandes áreas del cielo […], prometen generar catálogos de asteroides amplios y bien calibrados. Las observaciones de asteroides con instrumentos de prospección tienen la ventaja de ser “gratuitas”: solo requieren el análisis necesario para extraer [información] de los datos existentes y no necesitan nuevas observaciones».
Examinar datos antiguos de un telescopio desmantelado para obtener nuevos resultados es, sin duda, un uso creativo de los recursos existentes. De manera similar, el programa Adjunct Scholars de la Specola Vaticana podría considerarse un uso creativo de los recursos disponibles, ya que proporciona a una selección de astrónomos y académicos que no residen en el Observatorio acceso completo a sus instalaciones, incluido alojamiento en la casa de huéspedes cuando sea necesario. Estos investigadores contribuyen significativamente a la actividad científica del Observatorio.
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