El aumento de la desigualdad económica, y por lo tanto social, cultural y política, es la otra gran «pandemia» de los últimos años. Mientras el porcentaje de personas con Covid que muere a causa del virus en los países en vías de desarrollo es cerca del doble de los países ricos y, al día de hoy, apenas un 4,81% de la población ha sido vacunada en los países de bajos ingresos, el excedente patrimonial de Jeff Bezos en los primeros 21 meses de pandemia (+81.500 millones de dólares) equivale al costo total estimado de la vacunación de toda la población mundial (dos dosis más una de refuerzo).
Se trata del dato más ilustrativo del informe La pandemia de la desigualdad, publicado por la organización internacional Oxfam, el 17 de enero de 2021, con ocasión de la inauguración de los trabajos del World Economic Forum de Davos.
Según el informe, desde el inicio de la emergencia del Covid-19, cada 26 hora un nuevo milmillonario se une a una élite compuesta por 2.600 super-ricos, cuyas fortunas aumentaron unos 5 billones de dólares en términos reales, entre marzo 2020 y noviembre 2021. En esta dinámica, según Oxfam, los monopolios de Pfizer, BioNTech y Moderna han creado cinco nuevos milmillonarios y han generado más de 1.000 dólares de utilidades por segundo para sus empresas, pero menos del 1% de sus vacunas ha llegado a las personas que viven en países de bajos ingresos.
Por otro lado, no se trata de apuntar con el dedo contra estos super-ricos, «sino subrayar que en estos dos años también se creó riqueza, pero en lugar de destinarla a resolver los grandes problemas globales, terminó en las manos de unos pocos», afirmó Elisa Bacciotti, directora del Departamento, Campaña y Programas en Italia de Oxfam, en una entrevista a Radio Vaticano – Vatican News. Se trata del efecto «de un sistema económico mundial que funciona mal, que no cambió ni siquiera ante un fenómeno destructivo y global como la pandemia», explica Bacciotti. El perverso vínculo entre pandemia y desigualdad, en el actual contexto económico global, ha sido también confirmado por las instituciones financieras internacionales, como el Banco mundial.
¿Pero cuáles son las posibles respuestas? Una de ellas, según la dirigente de Oxfam Italia, sería la decisión de suspender las patentes de las vacunas Covid-19. Una comprensión de los mecanismos y de la economía mundial, y una esperanza, esta última, en línea con las solicitudes renovadas también por el papa Francisco, en ocasión de su videomensaje para el IV Encuentro mundial de los Movimientos Populares (16 de octubre de 2021). Nueve peticiones «en nombre de Dios», empezando por la dirigida «a los grandes laboratorios», para que «liberen las patentes»: «un gesto de humanidad» que permitiría a «cada país, cada pueblo, cada ser humano» tener acceso a la vacuna.
